En las ruinas de Al Khali, donde se supone que se encontraba el Edén, están teniendo lugar sucesos extraños y desapariciones de comandos especiales. Debido a la naturaleza sobrenatural del caso, se envía al lugar de los hechos al comando Jericho, en el que cada uno de los miembros tiene algún tipo de poder extrasensorial.El capitán Devin Ross lleva un tiempo soñando con un niño que le guía hacia allí, algo que curiosamente concuerda con su nueva misión. Sin embargo, una vez en el lugar, descubren que la zona no está en absoluto tranquila y que el problema es que se acerca el renacer del Primogénito, el hijo desterrado de Dios y encarnación del mal absoluto.
Cada vez que es desterrado, se lleva una porción mayor de la Tierra consigo, ampliando sus dominios, y ha transformado la ciudad de Al Khali en todas las dimensiones del tiempo y el espacio, con un fin oscuro que permita su resurrección. El comando Jericho, con el deber sagrado de detener al Primogénito, ha cumplido su labor a lo largo de los siglos, hasta llegar a nuestros días y a nuestros hombres.
El viaje nos obligará a ir remontándonos en el tiempo hasta llegar al punto de origen, el momento en el que el Primogénito vino a la vida. Empezamos encarnando al capitán Devin Ross, pero tras su muerte física al principio del juego, tendrá la posibilidad de habitar psíquicamente en el cuerpo del resto de los componentes del equipo y hacer uso de sus habilidades.
Nuestros hombres contarán con diversas habilidades sobrenaturales que, combinadas, permitirán resolver todos los problemas a los que se tendrán que enfrentar.
Controlamos al capitán Devin Ross, al cual seguiremos en todo momento, incluidos los cambios de cuerpo. Se trata de un sanador psíquico, es decir, que puede curar a los demás personajes siempre que estos resulten heridos (una habilidad que mantendrá incluso tras haber perdido su cuerpo).