Teatro-dramatizar lo cotidiano-Federico Herrero-evento

Teatro activo: Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, nos cuentan que en épocas de dictadura en Argentina, en el Teatro Escuela Central, espacio clave en la lucha por la libertad; se genera el teatro activo.

Federico Herrero me brinda un concepto clave: -toda mi vida me importo que el teatro y cine que generé como director, esté al servicio de lo social, pero mi preocupación fundamental es y fue profundizar en el arte del actor, es mi especialidad, el resto es su consecuencia.

De todas formas yo como investigadora en el campo del arte agrego, como consta en publicaciones, títulos de obras claves que contaron con la dirección de Federico Herrero, entre otras: -Al violador-, del autor Osvaldo Dragún, -Como Pancho por san telmo-, del autor Osvaldo Dragún, -Tres obras tres- del autor Adrián Stoppelman, -El hipopótamo blanco- del Hebe Serebrisky, -Rostros-, del autor Pier Heller, una lista larguísima, alrededor de doscientas puestas.

En la última dictadura de Argentina, el teatro activo se genera como resultado de necesidades del espectador de manifestar temas que le resultaban determinantes.
Como consta en los distintos medios, diarios, revistas de Argentina, el Teatro Escuela Central, anunciaba estas reuniones, diariamente como: -evento teatral-, todas estas publicaciones de años de tareas del Teatro Escuela Central, se pueden encontrar en bibliotecas y en los archivos del Congreso de la Nación.

¿Qué es el Teatro activo?
Es una forma originaria de creación teatral, un singular e imperfecto e inacabado como la vida misma, donde no hay guiones a seguir, si pautas dadas por el espectador. Dramatizar lo cotidiano para desdramatizarlo mirando la realidad desde un abanico de opciones.Una persona del público cuenta una historia (narrador) que luego será recreada en el escenario por el equipo artístico: actores, músicos, iluminadores; siguiendo las pautas que imparta el director, inspiradas en el espectador y sus sugerencias.Es decir que el libreto surge en el momento, tratándose de un sin fin de historias variadas y múltiples. Van sucediéndose en el escenario historias tanto ordinarias como extraordinarias, sencillas y complicadas, antiguas o futuras. El narrador ofrece su relato, este es traducido en escenas por el director, para que luego los actores la dramaticen. Las historias cotidianas alcanzan otra dimensión en el escenario y son factibles de mostrarse desde diferentes versiones, se recrean emociones, sensaciones y situaciones desde una mirada artística que le brinda al sujeto la amplitud en la valoración de su vida cotidiana.
Históricamente el Teatro activo fue una de las primeras creaciones de Federico Herrero. Sin embargo es importante de aclarar que ésa no era una técnica totalmente nueva: todas las ciudades de la Antigua Grecia tenían su anfiteatro, y en éstos se dramatizaban los problemas de la ciudad. Las representaciones eran catárticas, como describió Aristóteles en su Poética, en el sentido en que esas escenificaciones, buscaban la purificación del alma.
La principal intención de Federico Herrero era lograr una creación colectiva y purificadora de las escenas cotidianas, mediante el borramiento de las fronteras entre actores, guionistas, director y el público. Buscaba brindar un espacio en el cual desplegar las escenas; sacarlas de la inmovilidad, para traerlas a la a la acción y representarlas desde la espontaneidad, voluntaria y respetuosamente. Así desde una comprensión visual, emocional, estética y en un espacio solidario, convertir estas escenas de nuestras vidas en rituales de sanación. Su interés fue, sobre todo, generar espacios de auto-cuidado, que permitieran desarrollar en los participantes la capacidad creativo-expresiva, reflexionando y aprendiendo del contacto con el otro, del grupo, en un contexto donde se conjugaban delicada y armoniosamente el juego, el drama, la tragedia, el humor y el rito.